FORMAS DE EJERCER LA ALIENACIÓN PARENTAL EN LOS HIJOS.
En este sentido, Vilalta Suárez (2011,
p.637) ha expuesto que durante el “lavado de
cerebro” identificado por Gardner (1998):
Se emplean
temas como la falta de aportación económica, la exageración de problemas
menores o acusaciones infundadas de maltrato. No se comparte la información
escolar y se pretende alejar al otro progenitor del resto de la vida del niño.
Se crea un argumento circular en el que el progenitor rechazado es visto como
acosador y se cierra cuando este incrementa sus esfuerzos para comunicarse con
sus hijos. Los estados emocionales experimentados por los menores y el mayor o
menor grado de vulnerabilidad del menor determinan la consolidación del
proceso. Otros factores que inciden en el desarrollo del SAP son el tiempo que
pasa el menor con el progenitor alienante sin ver al otro, o la existencia de
un hermano que sirva de modelo de rechazo.
Bolaños
(2002), por su parte, incide más en que las estrategias de interferencia
parental pueden ser muy diversas al adquirir un carácter explícito o, por el
contrario, completamente subliminal. Según este mismo autor, algunas de estas
actuaciones específicas incluirían:
El
progenitor aceptado puede simplemente negar la existencia del otro o etiquetar
al hijo como frágil y necesitado de su continua protección, generando una estrecha
fidelidad entre ambos. Puede transformar las diferencias normales entre los
padres en términos de bueno/malo o correcto/incorrecto, convertir pequeños
comportamientos en generalizaciones y rasgos negativos, poner al hijo en medio
de la disputa, comparar buenas y malas experiencias con uno y otro, cuestionar
el carácter o estilo de vida del otro, contar al niño la verdad sobre hechos
pasados, ganarse su simpatía, hacerse la víctima, promover miedo, ansiedad,
culpa, intimidación o amenazas en el niño. También puede tener una actitud
extremadamente indulgente o permisiva (p. 31).
Bernet,
Von Boch-Galhau, Baker y Morrison (2010) también engloban como interferencias parentales las
conductas y actitudes propias del progenitor preferido y otras personas, en
forma de críticas persistentes a las cualidades personales del progenitor
rechazado y sus actividades de crianza del niño, y varias maniobras para
excluir al progenitor rechazado de la vida del menor; afirmaciones que
influencian a éste a temer, despreciar, y criticar al progenitor rechazado.
Se
concluye, por tanto, que las estrategias de IP empleadas por el progenitor
obstaculizador incluyen una amplia variedad de comportamientos específicos, que
pueden ser intencionales o inconscientes, explícitos o sutiles, y se encaminan
siempre a deteriorar la relación del niño con el progenitor rechazado o alienado,
sea desvalorizando la imagen que
sostiene el menor de su otra figura paterna, obstaculizando el contacto entre
ellos o forjando una alianza patológica con el niño.
Nota. Texto extraído de la Tesis Doctoral: "Las interferencias parentales y la alienación parental en el contexto jurídico español: revisión de sentencias judiciales en materia de guarda y custodia". Autor: Ignacio González Sarrió. Universidad de Valencia. Facultad de Psicología. Departamento de Psicología Básica. 2017.
Ignacio González Sarrió.
Doctor en Psicología Jurídica.
Perito judicial y forense.
Miembro del Turno de Peritos Forenses del Ilustre Colegio Oficial de
Psicólogos.
NºCol.cv06179.
696102043
Valencia.
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