COPARENTALIDAD Y DIVORCIO.

Según trabajos previos, una
coparentalidad de calidad solo sería posible cuando los progenitores se han
adaptado adecuadamente al divorcio, y han tomado conciencia de su identidad de
coprogenitores (Markham, Ganong, y Coleman, 2007).
Del mismo modo, la percepción de apoyo recibido de la ex pareja está
estrechamente relacionada con la propia adaptación al divorcio, y muy
especialmente con la propia disposición a la coparentalidad (Yárnoz-Yaben, 2010). Cabe resaltar que las consecuencias del
divorcio suelen ser distintas en función de qué progenitor tiene la custodia de
los hijos. Así, en el caso del progenitor custodio, se ve incrementada la carga
de trabajo en relación al cuidado de los hijos, con el añadido de la frecuente
pérdida de poder económico y un aumento de las dificultades emocionales. En
cambio, para los progenitores no custodios, la reducción significativa del
tiempo de permanencia con los hijos suele acarrear repercusiones negativas,
tanto para dicho progenitor como para e…