COMUNICACIÓN SOBRE INTERFERENCIAS PARENTALES PRESENTADO EN EL IV CONGRESO DE LA ASOCIACIÓN MULTIDISCIPLINAR DE INVESTIGACIÓN SOBRE INTERFERENCIAS PARENTALES (ASEMIP). MADRID, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2018.


Las Interferencias Parentales y la alienación parental: encuesta a profesionales.

Ignacio González Sarrió.
Doctor en Psicología Jurídica.


Resumen
En el contexto de separación y divorcio encontramos dinámicas que perjudican o buscan perjudicar la relación del menor con uno de sus progenitores. Las interferencias parentales (IP) se definen como todas aquellas acciones, conductas y actitudes llevadas a cabo por un progenitor con el fin de alterar la normal relación entre el otro progenitor y los hijos en común, pudiendo llegar a generar un rechazo filial u otras consecuencias a largo plazo (Hayden, 1984). Esta situación genera en el niño sentimientos de tristeza y/o ansiedad que serán amplificados y distorsionados por el progenitor obstaculizador, bajo riesgo de alterar la propia realidad del menor, sus afectos y cogniciones (Roseby y Johnston, 1998).
Las IP son, por tanto, un fenómeno presente en el quehacer diario de los profesionales que trabajan en derecho de familia. La detección de estas dinámicas es un aspecto muy relevante a la hora de determinar e implementar las medidas judiciales y terapéuticas necesarias en la familia. Conocer de primera mano la opinión de los diferentes interlocutores jurídicos en cuestiones tales como la presencia de las IP en su trabajo diario, la influencia de las mismas en las decisiones judiciales en materia de guarda y custodia, la implicación del sistema judicial, el grado de conocimiento y formación de los profesionales en la materia o la importancia otorgada a la pericial psicológica es el objetivo del presente estudio.
  
Palabras clave
 Interferencias Parentales; Menor; Divorcio; Separación; Rechazo filial; Derecho de familia; Medidas judiciales; Interlocutores jurídicos; Guarda y custodia; Pericial psicológica.

Abstract
In the context of separation and divorce we find dynamics that harm or seek to harm the relationship of the minor with one of his or her parents. Parental interference (IP) is defined as all those actions, behaviours and attitudes carried out by one parent in order to alter the normal relationship between the other parent and the children in common, which may lead to filial rejection or other long-term consequences (Hayden, 1984). This situation generates in the child feelings of sadness and/or anxiety that will be amplified and distorted by the hindering parent, under risk of altering the child's own reality, affections and cognitions (Roseby and Johnston, 1998).
IPs are, therefore, a phenomenon present in the daily work of family law professionals. The detection of these dynamics is a very important aspect when determining and implementing judicial and therapeutic measures in the family. The aim of this study was to obtain first-hand knowledge of the opinions of the different legal interlocutors on issues such as the presence of IPs in their daily work, their influence on judicial decisions on custody, the involvement of the judicial system, the degree of knowledge and training of professionals in this area and the importance given to psychological expert witnesses.

Keywords
Parental Interference; Child; Divorce; Divorce; Separation; Affiliate Rejection; Family Law; Judicial Measures; Legal Interlocutors; Guardianship and Custody; Psychological Expert.

I.  Introducción
Si bien todas las separaciones y divorcios son situaciones vitales estresantes, no solo para los menores sino para el conjunto del sistema familiar, las separaciones y divorcios contenciosos presentan ciertas características que agravan aún más la situación de los hijos, llegando en ocasiones a producirse experiencias victimizantes para ellos. En parte, esto es debido a que el sistema familiar en crisis se muestra incapaz de llegar a soluciones y acuerdos por sí mismo, viéndose abocado a buscarlas en el auxilio judicial que impondrá la solución.
En este contexto jurídico familiar surgen a menudo intentos, por parte de los progenitores, de influir en la voluntad de los menores debido a los múltiples intereses en juego, temores, incertidumbres, sentimientos vinculados a la ruptura de la pareja, etc. Las interferencias parentales cumplirían así una finalidad: ganarse la voluntad de los hijos aunque esto suponga impedir la normal relación de estos con el otro progenitor.
Identificar estas dinámicas, su finalidad, la forma de llevarlas a cabo y las repercusiones sobre los y las menores es una de las principales tareas que llevan a cabo los y las profesionales de la psicología forense en el ámbito del derecho de familia. Si bien lo deseable sería que los progenitores mantuvieran a los hijos al margen de sus disputas legales, lo cierto es que la realidad demuestra, en multitud de ocasiones, lo contrario, dando lugar a situaciones de rechazo parento-filial, conflictos de lealtades, parentificación y diversas expresiones de triangulación sobre los menores.
Por todo ello presentamos los resultados obtenidos en el estudio dos de la tesis “las interferencias parentales y la alienación parental en el contexto jurídico español: revisión de sentencias judiciales en materia de guarda y custodia”, presentada en la Universidad de Valencia en mayo de 2017 calificada finalmente con sobresaliente.
Dicho estudio (estudio dos) muestra los resultados obtenidos a raíz de una encuesta sobre interferencias parentales (IP), diseñada ad hoc y administrada online a una muestra de profesionales (psicólogos/as y abogados/as), que trabajan en el ámbito del derecho de familia. El trabajo finaliza con una serie de conclusiones así como de las principales limitaciones encontradas a lo largo del estudio.

II. Conceptos
II.1. Coparentalidad
El fin de la convivencia conjunta de la pareja puede establecerse, legalmente, por dos vías: de mutuo acuerdo o de forma contenciosa. En la separación o divorcio de mutuo acuerdo son los cónyuges los que pactan y deciden las condiciones tanto económicas como familiares, incluyendo la modalidad de guarda y custodia de los hijos y el régimen de visitas que regirá los contactos de ambos progenitores con los hijos en común (Fariña y Arce, 2006). Por otra parte, en no pocas ocasiones, las separaciones y divorcios contenciosos van acompañados de la lucha por la guarda y custodia de los hijos menores en común, uno de los principales motivos de las disputas legales entre progenitores. En estos casos, el ordenamiento jurídico español (artículo 777 de la Ley 1/2000 de Enjuiciamiento Civil) indica que “cuando no exista acuerdo es el juez quien toma la decisión que considere oportuna, cuando existen menores, siempre siguiendo el mejor interés de estos (favor filli)”. La solución del conflicto familiar queda así delegada en una tercera persona, algo que dificulta el establecimiento de futuras relaciones de coparentalidad (Delás, 1992; Sánchez, 1998).
La actitud belicosa entre progenitores, derivada de una conflictividad mantenida tras la ruptura, suele arrastrar también a los hijos, bien por la propia dinámica disfuncional, bien por la manipulación. Así cuando el ambiente de convivencia previa está marcado por desavenencias y falta de cooperación interparental, se convierte en un proceso especialmente difícil que puede llegar a provocar malestar personal y disconformidad con la realidad vivida si no se resuelve adecuadamente el proceso de separación emocional (De la Torre, 2005), fomentando una actitud de hostilidad hacia la otra parte, entendiéndose esta crisis familiar como una lucha de poderes en la que aumentan los conflictos entre la pareja (Hetherington, 1999).
La mala adaptación a la ruptura suele repercutir finalmente en las relaciones entre padres e hijos (De la Torre, 2005), mientras que la cooperación entre progenitores parece predecir un buen ajuste a la ruptura (Hetherington, 2003). Este criterio de cooperación interprogenitores, con el fin último de alcanzar el mayor bienestar de los hijos y fomentar las relaciones del menor para con ambos, se ha convertido en el fundamento de la llamada coparentalidad, dando lugar a una tendencia que busca superar las posiciones dicotómicas de progenitor custodio vs no custodio (Kruk, 2012). Por ello, y en aras de velar por el mejor interés del niño, siempre que las circunstancias lo permitan, es aconsejable el contacto continuado de éste con ambos progenitores (Chasin y Grunembaum, 1981; Maccoby y Mnookin, 1992; Musetto, 1981), considerándose como una actitud muy saludable y criterio de atribución de la custodia la actitud cooperadora entre progenitores a fin de asegurar la máxima estabilidad del menor.
En este sentido, la influencia perjudicial o no, de los conflictos parentales va a depender de las dimensiones del conflicto, esto es, frecuencia, intensidad, contenido y forma de resolución del mismo, así como de otras variables tales como el sexo del niño, las estrategias de afrontamiento utilizadas por el menor, la valoración y percepción que hace del conflicto, y la mayor o menor inseguridad emocional que desarrolle al observar el conflicto entre sus  padres, siendo esta última la que regule su respuesta al conflicto parental (Cummings y Davies, 2010).
La principal estrategia de afrontamiento para la familia en esta situación de ruptura es el recurso a la red de apoyo social disponible, seguida de la reestructuración familiar (Jiménez Arrieta, Amarís Macias y Valle Amarís, 2012). Para los niños, los factores de riesgo en este momento de transición son el periodo de tensiones previas al divorcio, el comportamiento de los padres tras la ruptura, el apoyo social de que dispone el niño y los cambios económicos que experimenta (Marina, 2012). Resulta indiscutible, por tanto, la influencia que ejercen las actitudes y comportamientos de los adultos en la adaptación de los niños a la nueva situación, destacando la respuesta de los padres al estrés, más que el estrés en sí mismo (Cantón Duarte, Cortés Arboleda y Justicia Díaz, 2002), y la posición en la que quedan los menores tras la ruptura.      
En ocasiones, el inicio del enfrentamiento entre la pareja tiene su origen en la no resolución de la separación emocional con el otro. En estos casos los sentimientos de odio, venganza, revancha, contrariedad o resarcimiento por el dolor sufrido, o simplemente la incomprensión o desacuerdo con la separación, dan lugar a la expresión de conductas conflictivas cuya finalidad es mantener el vínculo con el otro mediante el conflicto, llegando a extenderse años después del divorcio (Kelly, 2003). Es en este tipo de circunstancia en la que con mayor probabilidad se utiliza a los hijos como parte del enfrentamiento paterno-materno, hasta que cada uno elabora el proceso de ruptura y supera dicha vivencia personal (De la Torre, 2005). Por otra parte, en esta situación vitalmente estresante, de enfrentamiento, con implicación del sistema judicial, las separaciones y divorcios contenciosos pueden propiciar la presencia de algún otro tipo de problemática añadida, como por ejemplo acusaciones de malos tratos, violencia doméstica, violencia de género, maltrato a los hijos por parte de uno de los progenitores, acusaciones de abusos sexuales a los hijos, etc., (Ruiz, 2004), enturbiando y complicando aún más los procesos, judicializándolos en extremo y, en ocasiones, dando paso a otros estamentos de la adjudicatura (penal, menores, violencia).
En este contexto, cabe señalar que uno de los principales problemas presentes en los procedimientos contenciosos por la custodia de los hijos, son las acusaciones por parte de uno o ambos progenitores sobre el otro de ejercer una influencia sobre el/los hijos/as con la intención de alterar, impedir o anular la normal relación del menor con el padre/madre. Es lo que se ha venido a llamar interferencias parentales (IP) (Arch, 2008; Pereira y Matos, 2010).
De forma que las interferencias parentales y en general la conflictividad interparental en familias desestructuradas e inmersas en procesos judiciales por la guarda y custodia de los hijos menores, suponen una grave problemática en la cual se ven implicados gran cantidad de recursos, tanto materiales como profesionales, escapando así a lo puramente legal e imbricándose con aspectos de índole psicológico, económico y social. Por ello, todos los profesionales involucrados manifiestan la relevancia de continuar con el estudio de los mecanismos tanto jurídicos como sociales y psicológicos que intervienen en estos procesos, visibilizando las causas y consecuencias que se derivan del conflicto judicial y, aplicando las medidas que mejor puedan ajustarse a la realidad de cada caso. No obstante, y a pesar de todo esto, en la actualidad en España, se dispone de pocos estudios empíricos sobre las interferencias parentales, así como de sus causas y consecuencias en los hijos.

II.2. Interferencias Parentales: una revisión del concepto y sus principales autores.
En el extremo opuesto a las dinámicas de cooperación y comunicación entre progenitores que fomentan el establecimiento de relaciones adecuadas y gratificantes con el menor (coparentalidad), se sitúan aquellas otras que buscan precisamente todo lo contrario y cuya principal manifestación es la denigración de un progenitor por parte del otro generando en el niño graves y profundos daños a largo plazo (Hayden, 1984). Estas dinámicas se conocen generalmente como interferencias parentales (IP) e implican la presencia de conductas y/o actitudes que perjudican o buscan perjudicar la relación del menor con uno de sus progenitores.
El progenitor obstaculizador inculca en el niño, a través de un amplio abanico de comportamientos, una intensa hostilidad hacia el progenitor rechazado, dejándose llevar por la imagen distorsionada que mantiene acerca de su expareja como irresponsable, negligente, irrelevante o peligrosa, a partir del conflicto generado por el divorcio contencioso (Gardner, 1985). Esta situación genera en el niño sentimientos de tristeza y/o ansiedad que serán amplificados y distorsionados por el progenitor obstaculizador, bajo riesgo de alterar asimismo la propia realidad del niño, sus afectos y cogniciones (Roseby y Johnston, 1998), e incluso cuando las ideas y actitudes inculcadas por el progenitor sean completamente discrepantes con la experiencia previa del menor.
En una investigación realizada por Bricklin (1995) sobre la custodia infantil, el autor concluyó que las declaraciones del niño a menudo eran resultado de las manipulaciones, sobornos o coacciones infligidas por el progenitor preferido y no basadas en la experiencia real mantenida con el progenitor rechazado. Otros autores, como Garrity y Baris (1994), señalaron que la desvalorización del progenitor rechazado como no merecedor de confianza o afecto y la persuasión del niño hacia esta creencia, podían suceder de forma conscientemente maliciosa y con la intención de destruir la relación del niño con el otro progenitor.
Más recientemente, Farkas (2011) conceptualiza al niño como un arma, empleada por el progenitor obstaculizador, para ganar la batalla emprendida contra su ex cónyuge durante el divorcio a cualquier coste, por lo que la intencionalidad sería siempre maliciosa. En este contexto, el autor destaca otros instrumentos de los que se serviría el progenitor obstaculizador para lograr su objetivo, como el tiempo (amplios períodos temporales sin el progenitor rechazado estrechan la relación entre el progenitor obstaculizador y el niño) y la distancia. Específicamente, resalta estrategias de IP como interferir en las conversaciones telefónicas, obstruir las fiestas y reuniones familiares del progenitor alienado, prohibir fotografías, sabotear las visitas y no tener en cuenta la presencia del otro progenitor. Igualmente, Vassiliou (2005) destaca las interferencias en las visitas como táctica común usada por los progenitores obstaculizadores. Así, en un estudio realizado desde los Juzgados de Familia de Cataluña, se encontró que en más del 70% de los casos analizados se incumplía el régimen de visitas (Cartié et al., 2005). Bolaños (2002), por su parte, incide más en que las estrategias de interferencia parental pueden ser muy diversas al adquirir un carácter explícito o, por el contrario, completamente subliminal. Según este mismo autor, algunas de estas actuaciones específicas incluirían:
El progenitor aceptado puede simplemente negar la existencia del otro o etiquetar al hijo como frágil y necesitado de su continua protección, generando una estrecha fidelidad entre ambos. Puede transformar las diferencias normales entre los padres en términos de bueno/malo o correcto/incorrecto, convertir pequeños comportamientos en generalizaciones y rasgos negativos, poner al hijo en medio de la disputa, comparar buenas y malas experiencias con uno y otro, cuestionar el carácter o estilo de vida del otro, contar al niño la verdad sobre hechos pasados, ganarse su simpatía, hacerse la víctima, promover miedo, ansiedad, culpa, intimidación o amenazas en el niño. También puede tener una actitud extremadamente indulgente o permisiva (p. 31).

Bernet, Von Boch-Galhau, Baker y Morrison (2010) también engloban como interferencias parentales las conductas y actitudes propias del progenitor preferido y otras personas, en forma de críticas persistentes a las cualidades personales del progenitor rechazado y sus actividades de crianza del niño, y varias maniobras para excluir al progenitor rechazado de la vida del menor; afirmaciones que influencian a éste a temer, despreciar, y criticar al progenitor rechazado.
Se concluye, por tanto, que las estrategias de IP empleadas por el progenitor obstaculizador incluyen una amplia variedad de comportamientos específicos, que pueden ser intencionales o inconscientes, explícitos o sutiles, y se encaminan siempre a deteriorar la relación del niño con el progenitor rechazado o alienado, sea desvalorizando la  imagen que sostiene el menor de su otra figura paterna, obstaculizando el contacto entre ellos o forjando una alianza patológica con el niño.
Por otra parte, no siempre las interferencias parentales provocan los mismos efectos, ya que depende de muchas variables mediadoras como la edad de los hijos y el momento evolutivo en el que se encuentren los mismos, las habilidades parentales de ambos progenitores, las características de personalidad de los menores, y la calidad de la relación previa al conflicto, entre otras (Cartié et al., 2005).

II.3. Diferencia entre Interferencias Parentales y Alienación Parental: Otros problemas parento-filiales
Generalmente, las IP se definen como aquellas conductas, estrategias o acciones llevadas a cabo por el progenitor obstaculizador para deteriorar la relación del menor con el otro progenitor, mientras que la AP se describe y entiende como el resultado de dichas acciones sobre el menor y sobre la relación de éste con el progenitor alienado.
No obstante es diversa y amplia la tipología de problemas encontrados a lo largo de los años por diferentes autores en materia de relaciones entre padres e hijos. A continuación presentamos dos tablas (tabla 1 y 2), a modo de resumen, en las que se señalan brevemente el tipo de problemàtica, autor y año de la publicación, así como las principales características del fenómeno en cuestión y que lo diferenciarían del resto.

Otros problemas parento-filiales distintos a la Alienación Parental (AP)

Autor/es
Características diferenciales
Rechazo del contacto
Bernet et al. (2010);
Garber (2011); Tejedor (2012)
ü  Resistencia al contacto con un progenitor y reacción negativa u hostil hacia el mismo.
ü  Causas: reacción hostil a un cambio vital, posicionamiento hacia uno de los progenitores tras el divorcio, causas justificadas, déficits parentales en el progenitor rechazado, el menor no encuentra nada positivo en su relación con el progenitor ausente, convicciones personales, falta de afecto.


Conflicto de lealtades
Borszomengy-Nagy (1973)
ü  Dinámica familiar en la que la lealtad hacia uno de los padres implica deslealtad hacia el otro(Lealtad escindida).
ü  Triangulación del menor en la disputa parental, siendo presionado a tomar partido a favor de uno o de otro.
ü  Desarrollo de una valoración negativa del progenitor rechazado al que culpa.
ü  El menor siente angustia por los dobles mensajes contradictorios que recibe y se involucra en el conflicto para resolverlo.


Doble-Vínculo
Bateson et al. (1971)
ü  Estructuración de los mensajes en las familias de personas con esquizofrenia. Mensajes opuestos.


Triangulación
Bowen (1978); Kerig (1995)
ü  Posición intermedia en el conflicto interparental. El conflicto puede ser obviado o enmascarado al generase un conflicto entre uno de los dos y un tercero.


Cisma marital


Lidz et al. (1971)
ü  Cada uno de los progenitores desprestigia al otro delante de los hijos, creándose dos bandos familiares enfrentados en el que los hijos participan activamente.








Alineamiento
Johnston (2003, 2005)
ü  Preferencia del menor por uno de sus progenitores a consecuencia de la capacidad empática de éste y que implica cierto grado de negatividad hacia el otro, pero que no conlleva necesariamente un comportamiento manipulador por parte del  progenitor aceptado.


Adultización
Burton (2002)
ü  El progenitor aliado busca en el niño una relación de compañerismo y colaboración atribuyéndoles una madurez de la que carece por su edad.


Parentificación
Johnston (1990)
ü  El progenitor delega en el menor la responsabilidad de cubrir sus necesidades de protección y cuidado y de mantener el equilibrio del sistema familiar.
ü  Tipos: instrumental o emocional.


Infantilización
Bogolub (1984);
Duryea (2007)
ü  Inhabilidad del progenitor para tolerar el crecimiento e independencia del niño.
ü  Implica dependencia emocional, sobreprotección y restricción de actividades y contacto del menor con sus iguales y otras figuras.


Síndrome de Medea
Wallerstein(1989)
ü  Difusión de los límites personales de los miembros de la familia.
ü  El progenitor deja de percibir las necesidades propias del niño y extiende a él sus propios sentimientos de abandono.


Trastornos clínicos de la infancia y adolescencia
DSM-5
Alascio (2008)
Ellis y Bojan (2010)
ü  Ansiedad de separación.
ü  Fobia específica.
ü  TEPT.
ü  Trastorno negativista desafiante.
ü  Trastorno psicótico compartido.
ü  Trastorno de ideas delirantes inducidas (“folie à deux”).
ü  Trastorno adaptativo.
ü  Trastorno del estado de ánimo: depresión infantil.





Tabla 2.
Otros cuadros descritos
Síndrome
Autor
Características
Síndrome de Acusaciones Sexuales en el Divorcio (SAID)
Blush y Ross (1987)
Falsas acusaciones de abuso sexual infantil post-divorcio.

Síndrome de la Falsa Memoria (SFM)
Gardner (2004)
Creencia falsa de haber sido abusadas en la infancia como consecuencia de la manipulación ejercida por un progenitor. Supone la instauración de falsas memorias traumáticas.

Síndrome del Progenitor Malicioso Asociado al Divorcio
Turkat (1999, 2002)
Patrón de conductas complejo que busca dañar al otro progenitor a través del menor.

Síndrome de Interferencia Severa (SIS)
Vallejo Orellana et al. (2004)
Disfunción de la paternidad que puede incluir comportamientos graves, tales como el secuestro, abuso o crimen.

Síndrome de la madre amenazada
Klass y Klass (2005)
Madres que temen perder la custodia de sus hijos y fomentan actitudes de rechazo hacia el padre.

Estudios de las consecuencias de la AP en los hijos
Autor
Consecuencias
Bautista  (2007)
Menoscabo orgánico, psíquico y social en los menores con AP.
Miedo intenso, profunda confusión y sensación de indefensión.

García-Garnica et al., (2009)
Trastornos de ansiedad; trastornos del sueño; trastornos de la alimentación; trastornos de la conducta (agresividad verbal y/o física, conductas de evitación de las visitas, uso de lenguaje adulto); dependencia emocional del progenitor alienante; miedo a ser abandonado por él; dificultad en la comprensión/expresión de emociones; carencia de empatía y actitud crítica hacia el progenitor rechazado; rol de víctima.

Fariña, Arce, Seijo y Novo (2001)
Sentimientos de abandono, indefensión, depresión, estados de ansiedad, conductas regresivas y problemas escolares.

Bautista, Gaitán y Moreno (1977)
Afectación de la alienación en los procesos cognitivos superiores como percepción, motivación y en las emociones, sentimientos y modo de referenciar la realidad cognitivamente.
Distorsión cognitiva y alteración en el desarrollo psicológico.

Waldron y Joanis (1996)
Autodesprecio, culpa, sensación de abandono, distorsión de la realidad y de las relaciones con los otros, problemas psicológicos, sociales y emocionales como miedo al rechazo, depresión e ideación suicida.

Baker (2005)
Baja autoestima, autodesprecio, depresión, consumo de sustancias, desconfianza, fomento de la alienación en sus propios hijos, divorcio, problemas de identidad, sentimiento de desarraigo, renuncia a la descendencia por miedo a sufrir alienación, ira por el tiempo perdido (en la edad adulta).

Ben-Ami y Baker (2012)
Baja autoestima, fracaso académico, desempleo, depresión, apego inseguro en relaciones adultas, consumo de alcohol (en la edad adulta).

III. Objetivos del estudio.
Objetivo 1: establecer el grado de conocimiento de los profesionales encuestados acerca de las interferencias parentales así como la frecuencia de aparición de las mismas.
Objetivo 2: determinar, en base a la experiencia de los profesionales encuestados, la presencia de trastornos relacionales presentes en los menores expuestos a interferencias parentales.
Objetivo 3: describir las principales características presentes en los menores víctimas de IP.
Objetivo 4: identificar las principales estrategias y conductas de IP en los progenitores.
Objetivo 5: definir el tipo de familia, en cuanto a número de hijos y nivel socio-cultural, en la que se observan con mayor frecuencia interferencias parentales.
Objetivo 6: conocer la opinión de los profesionales a cerca de la relevancia de la problemática de la AP, centrándose en cada una de las figuras que la protagonizan.
Objetivo 7: determinar la influencia de las interferencias parentales en la toma de decisiones sobre la guarda y custodia de los menores en base a la experiencia de los profesionales encuestados.
Objetivo 8: conocer las medidas consideradas como más eficaces y/o recomendadas en el tratamiento judicial de las interferencias parentales, en opinión de los profesionales encuestados.
Objetivo 9: valorar la importancia de la pericial psicológica a la hora de identificar interferencias parentales y en la toma de medidas judiciales en materia de guarda y custodia de menores.
IV. Método
Para la ejecución del estudio se elaboró una encuesta ad hoc cuyo objetivo fue recabar información de los profesionales que trabajan en el campo del derecho de familia y, más concretamente, recoger datos relevantes relativos a las IP en los procedimientos contenciosos de guarda y custodia de menores. La encuesta fue administrada online haciendo difusión vía correo electrónico.

V. Materiales y descripción de las variables de estudio

Características sociodemográficas de la muestra

En total 121 profesionales accedieron a participar en la encuesta. Sin embargo, tras eliminar las encuestas incompletas, la muestra final estuvo compuesta por 71 respuestas, 59 correspondientes a psicólogos/as (83.1%), 8 abogados/as (11.3%), una estudiante de psicología en prácticas, una técnico de punto de encuentro familiar (PEF), una jueza, y un sanitario (5.6%). La edad de los participantes de la encuesta se situó entre los 22 y los 68 años, con una edad media de 42.23 años. La mayor parte de los encuestados eran residentes en España (95.8%), dos en Portugal (2.8%) y uno en Colombia (1.4%). Por su parte, la experiencia profesional de los participantes osciló en un rango de 1 a 35 años de experiencia, con una media de 14.59 años en sus respectivos campos. El 100% de la muestra de profesionales encuestados afirmó estar estrechamente relacionados en su quehacer diario con familias inmersas en litigios por la guarda y custodia de los hijos que presentan interferencias parentales.
La mayoría de los profesionales encuestados, el 88.7% de la muestra, refirió haber obtenido formación específica en IP, mientras que tan solo un 11.3% informó no tenerla, por lo que podemos decir que la validez de la muestra fue alta.
En cuanto al tipo de formación recibida, los encuestados podían elegir una o todas las alternativas de respuesta que se planteaban en la pregunta, siendo la académica la formación más usual con un 22.5% sobre el total. En segundo lugar, lo más frecuente fue la combinación de las tres alternativas propuestas (académica, talleres especializados y autodidacta), con un 19.7%. La tercera opción más frecuente fueron los talleres especializados con un 15.5%. El resto de muestra se distribuyó en diferentes combinaciones entre las alternativas de respuesta.
El procedimiento para hacer llegar la encuesta consistió, en primer lugar, en remitir un correo electrónico con un enlace a la misma, a un listado de profesionales de la psicología jurídica y del derecho. En dicho correo electrónico, y antes de acceder a la encuesta, se les informaba del objetivo de esta y su relación con el estudio, al tiempo que se les explicaba brevemente la herramienta y su finalidad. Una vez los participantes habían accedido a la encuesta, a través del enlace, ya podían directamente proceder a su cumplimentación.
Inicialmente, se trató de llegar a todos los interlocutores jurídicos con presencia en el área del derecho de familia (peritos psicólogos/as, abogado/as, jueces y fiscales). No obstante, solo se consiguió encuestar mayoritariamente a los dos primeros colectivos profesionales (psicólogos/as-peritos y abogados/as), siendo los profesionales de psicología los que más accedieron a participar. 
Los criterios de inclusión de los participantes en el estudio fueron principalmente dos: 1) ser mayor de edad y 2) pertenecer a una de las profesiones mencionadas o a cualquier otra que pudiera desempeñar una función laboral bien jurídica, clínica, pericial o social, en el ámbito de los procedimientos judiciales relacionados con la guarda y custodia de menores.
Se utilizó el servicio gratuito Surveymonkey (https://es.surveymonkey.com/) para la creación de la encuesta, su distribución y acopio de respuestas. Para la elaboración de las preguntas de la encuesta se trató de dar respuesta a los objetivos del Estudio 2 utilizando como fuente principal el listado de interferencias parentales del libro “Programa de intervención para víctimas de Interferencias Parentales” (Tejedor et al., 2013). Una vez diseñada fue remitida a un listado de profesionales del ámbito antes mencionado, tanto académico como profesional, dedicados bien a la investigación, bien a la práctica forense. También se contactó con autores de trabajos vinculados a la temática objeto de estudio. La encuesta se compuso de 18 preguntas, 6 correspondientes a variables sociodemográficas, 12 sobre IP y una sobre AP.
La encuesta permaneció activa entre Noviembre de 2014 y Abril de 2015 y el tiempo medio destinado a completarla fue de 10 minutos. Los participantes no recibieron ninguna retribución por su realización.
VI. Análisis estadístico
Una vez finalizado el proceso de recogida de datos obtenidos en la encuesta a profesionales, se procedió a su codificación e introducción en el paquete estadístico SPSS versión 22 (IBM Statistical Pack ages for the Social Sciences), programa con el que fueron analizados los datos.
Posteriormente se llevaron a cabo análisis descriptivos de frecuencias, porcentajes y estadísticos de tendencia central y dispersión. Además, para el análisis de los datos se emplearon contrastes de variables mediante tablas de contingencia empleando el estadístico Chi-cuadrado (χ2) que mide si dos o más variables están asociadas. Además, cuando fue necesario, se empleó la t de Student para verificar las diferencias entre dos muestras independientes y para determinar la significancia de los efectos de variables cuantitativas. En todos los análisis de este estudio, el nivel de significación estadística fue siempre considerado con una p ≤ .05.
Además, dado que se llevaron a cabo numerosos contrastes de variables, se procedió a corregir por comparaciones múltiples las significaciones resultantes, de manera que para cada análisis hubo un nuevo valor de p ajustado mediante el procedimiento de Bonferroni.

VII. Resultados

VII. 1. Presencia de las Interferencias Parentales y de otras alteraciones

La presencia de IP fue algo frecuente o habitual para el 59.2% de los encuestados, para el 22.5% suponía un hecho muy frecuente y para el 16.9% su presencia se daba ocasionalmente. Tan solo un 1.4% contestó que rara vez las observaba. Por tanto, más del 80% de los encuestados aseguró que la presencia de IP en su labor cotidiana era un hecho que podía observarse de manera habitual.
En cuanto a la frecuencia con que observaban otras alteraciones o problemas en los menores, los encuestados señalaron el "conflicto de lealtades" como lo más frecuente. En cuanto a la AP el 43.7% de los encuestados la consideró un fenómeno de aparición ocasional (v. Tabla 4).

Frecuencia en porcentajes de alteraciones en los menores observada por profesionales
Alteración
MF
FR
OC
RV
NU
NS/NC
gl
χ²
Parentificación
11.3
46.5
22.5
8.5
1.4
9.9
5
55.34 *
Ilusión de reconciliación
15.5
32.4
29.6
15.5
2.8
4.2
5
32.52 *
Adultización
15.5
50.7
19.7
4.2
4.2
5.6
5
68.18 *
Rechazo del contacto
11.3
43.7
40.8
2.8
0.0
1.4
4
60.76 *
Alienación Parental
8.5
25.4
43.5
11.3
2.8
8.5
5
49.42 *
Conflicto de lealtades
56.3
29.6
11.3
1.4
0.0
1.4
4
77.38 *
Nota: MF: Muy Frecuente; FR: Frecuente; OC: Ocasional; RV: Rara vez; NU: Nunca; NS/NC: No sabe / no contesta. Significatividad (χ²) de las diferencias entre las distintas alternativas de respuesta para cada alteración. * p<.008 tras corrección de Bonferroni para comparaciones múltiples.

       Paralelamente a estas alteraciones, se consideró como frecuentes otras características o conductas disfuncionales en los menores, relacionadas con la exposición a Interferencias Parentales (v. Tabla 6). En este sentido, el 83.1% de los encuestados consideró frecuente o muy frecuente la aparición en el menor de “sentimientos de responsabilidad sobre el bienestar del progenitor preferido”, mientras que el 81.7% consideró lo mismo para el “apoyo activo al progenitor alienante”. El 78.9% de los profesionales consideró frecuente o muy frecuente el “comportamiento y discurso adulto” en el menor.
Frecuencia en porcentajes de características de los menores expuestos a Interferencias Parentales (IP) observada por profesionales
Característica o conducta del menor

MF

FR

OC

RV

UN

NS/NC

gl

χ²
Sentimiento de responsabilidad sobre el bienestar emocional del progenitor preferido
18.3
64.8
8.5
4.2
2.8
1.4
5
126.32 *
Apoyo activo al progenitor alienante
16.9
64.8
15.5
1.4
-
1.4
4
96.82 *
Comportamiento y discurso adulto
29.6
49.3
16.9
2.8
-
1.4
4
56.82 *
Comportamiento y discurso infantil
4.2
7.0
40.8
39.4
7.0
1.4
5
71.39 *
Rechazo a un progenitor por obligación a tomar partido
16.9
60.6
18.3
2.8
-
1.4
4
81.61 *
Presencia de escenarios prestados
11.3
31.0
39.4
11.3
1.4
5.6
5
48.41 *
Rechazo a un progenitor sin causa real
21.1
46.5
25.4
4.2
1.4
1.4
5
68.35 *
Muestra odio hacia el progenitor rechazado
9.9
33.8
35.2
15.5
2.8
2.8
5
45.53 *
Habla del progenitor rechazado con desprecio
5.6
28.2
45.1
18.3
1.4
1.4
5
65.14 *
Insulta al progenitor rechazado sin culpa ni arrepentimiento
5.6
28.2
40.8
23.9
-
1.4
4
37.94 *
Ofrece razones triviales para justificar el odio
16.9
47.9
19.7
14.1
-
1.4
4
41.46 *
Generaliza el odio o rechazo a la familia extensa
12.7
38.0
29.6
18.3
-
1.4
4
29.07
Rechaza relacionarse con el progenitor
12.7
39.4
36.6
9.9
-
1.4
4
41.04 *
Fenómeno del pensador independiente
22.5
47.9
19.7
8.5
-
1.4
4
44.84 *
Falta de ambivalencia en proceso postruptura
22.5
40.8
28.2
2.8
-
5.6
4
35.83 *
Nota: MF: Muy Frecuente; FR: Frecuente; OC: Ocasional; RV: Rara vez; NU: Nunca; NS/NC: No sabe / no contesta. Significatividad (χ²)  de las diferencias entre las distintas alternativas de respuesta para cada característica.  * p<.003 tras corrección de Bonferroni para comparaciones múltiples.

 VII. 2. Conductas de interferencia parental observadas con mayor frecuencia en progenitores


Tabla 7.
Frecuencia en porcentajes de conductas de Interferencia Parental (IP) en progenitores observada por profesionales
Interferencia Parental

MF

FR

OC

RV

UN

NS/NC

Gl

χ²
Impide contacto telefónico
21.1
56.3
15.5
5.6
1.4
-
4
67.20 *
Organiza actividades a
9.9
39.4
32.4
16.9
1.4
-
4
35.13 *
Presenta al nuevo cónyuge como padre/madre
1.4
25.4
38.0
31.0
4.2
-
4
37.94 *
Habla mal al hijo del otro progenitor
45.1
46.5
8.5
-
-
-
2
19.80 *
No informa de las acts. del menor al otro progenitor
39.4
49.3
8.5
2.8
-
-
3
44.44 *
Habla mal al hijo de la nueva pareja del otro progenitor
19.7
54.9
22.5
2.8
-
-
3
40.38 *
Impide el contacto al otro progenitor
11.3
52.1
28.2
8.5
-
-
3
34.30 *
Olvida avisar al otro progenitor de citas importantes del menor
23.9
47.9
25.4
1.4
-
1.4
4
53.72 *
Implica a su entorno en el lavado de cerebro
11.3
52.1
29.6
5.6
1.4
-
4
62.17 *
Toma decisiones importantes sin consultar al otro progenitor
21.1
62.0
12.7
2.8
1.4
-
4
87.24 *
Impide acceso a expedientes médicos o escolares
12.7
43.7
31.0
8.5
4.2
-
4
39.63 *
Deja a los hijos con terceras personas b
31.0
47.9
14.1
5.6
1.4
-
4
52.73 *
Prohíbe el uso de ropa comprada por el otro progenitor
11.3
29.6
35.2
12.7
8.5
2.8
5
34.71 *
Amenaza y castiga al hijo si trata de ponerse en contacto con el otro
-
14.1
43.7
28.2
12.7
1.4
4
37.66 *
Reprocha al otro el mal comportamiento del hijo
21.1
47.9
26.8
4.2
-
-
3
27.65
Ridiculiza el afecto del hijo hacia el otro progenitor
2.8
16.9
47.9
22.5
8.5
1.4
5
63.96 *
Premia las conductas despectivas de rechazo
2.8
28.2
33.8
25.4
5.6
4.2
5
41.31 *
Aterroriza con mentiras sobre progenitor ausente
4.2
31.0
23.9
32.4
5.6
2.8
5
41.48 *
Presenta falsas denuncias de maltrato o abuso
2.8
21.1
43.7
26.8
2.8
2.8
5
60.75 *
Cambia de domicilio a lugares lejanos c
1.4
8.5
42.3
36.6
2.8
8.5
5
68.69 *
MF: Muy Frecuente; FR: Frecuente; OC: Ocasional; RV: Rara vez; NU: Nunca; NS/NC: No sabe / no contesta. Significatividad(χ²) de las diferencias entre las distintas alternativas de respuesta para cada característica. a Organiza actividades a los hijos durante el periodo correspondiente al otro progenitor.      b Deja a los hijos con terceras personas aun cuando el otro progenitor está libre. c Cambia de domicilio a lugares lejanos con el único fin de destruir la relación entre el progenitor ausente y lo hijos. * p>.002 tras corrección de Bonferroni para comparaciones múltiples.


VII. 3.  Características de las familias con presencia de Interferencias Parentales

Respecto a las características sociodemográficas de las familias en las que se producen IP, los encuestados, al ser preguntados por la edad del menor en la que con mayor presencia aparecen las IP (v. Tabla 8), consideraron significativamente más habitual aquella que sitúa a los menores en “edad escolar” (nivel de primaria de 6 a 11 años), seguida por la opinión “la edad del menor no parece influir en la presencia y desarrollo de las IP” (N=71; χ²=24.606; p<.001). Por su parte, y respecto a la relación entre el nivel socio-cultural de las familias que presentan IP, la opción considerada por los encuestados como la más frecuente es que las “IP suelen ocurrir indistintamente o por igual en todos los niveles socio-culturales” (v. Tabla 38) (N=71; χ²=45.56; p=<.001).

Edad de los hijos y Nivel Sociocultrural de las familias con IP observadas por profesionales

N
%
Pequeños o muy pequeños (0 a 5 años)
4
5.6

En edad escolar (primaria / 6 a 11 años)
31
43.7

En edad escolar (secundaria / 12 a 15 años)
12
16.9

Adolescentes (16 a 18 años)
-
-

Indistintamente o por igual
24
33.8

Nivel sociocultural de la familia





Alto o muy alto
-
0.0

Medio-alto
13
18.3

Medio
10
14.1

Medio-bajo
6
8.5

Bajo o muy bajo
-
-

Indistintamente o por igual
42
59.2



 VII. 4. La Alienación Parental vista desde los encuestados: origen y protagonistas

Un 53.5% de los profesionales encuestados consideraron que la AP sería principalmente una problemática cuyo origen se encuentra en el conjunto del sistema familiar, mientras que para un 32.4% el responsable principal de la AP suele ser el progenitor alienante. Estas diferencias fueron significativas (N=71; χ²= 43.085; p=<0.001) en comparación con tan solo el 8.5% de los encuestados que consideraba que ésta se debería fundamentalmente a la diada progenitor alienante-hijo o el 5.6% que señaló como responsables de la AP a otras figuras (u otra combinación de las mismas). Cabe resaltar que en ningún caso los profesionales encuestados encontraron que el menor fuese el responsable principal de la alienación, como tampoco apareció ningún caso en el que considerasen responsable de la misma al progenitor alienado.

VII. 5. El Sistema Judicial y la evaluación pericial psicológica en casos de Interferencia Parental



Tabla 9.
Influencia del Sistema Judicial en las IP y rechazo filial y relevancia de las IP a la hora de determinar el sistema de guarda y custodia
A)Nivel de influencia
del Sistema Judicial
B)Nivel de relevancia
de las IP

N
% válido
N
% válido
Muy Importante
34
48.6
49
69.0
Bastante importante
28
40.0
19
26.8
Medianamente importante
3
4.3
3
4.2
Poco importante
4
5.7
-
-
Nada importante
1
1.4
-
-

VII. 6.  Principales medidas judiciales en Interferencia Parental Grave

En relación a las medidas judiciales (véase Figura 1), ante un caso de IP grave, la medida considerada más adecuada por los profesionales encuestados fue la "terapia familiar", seguida del “cambio de guarda y custodia a favor del progenitor rechazado”, lo que fue significativo en relación al resto de opciones de respuesta (N=71; χ²=20.65; p=.008). Por su parte los encuestados consideraron como adecuadas otras opciones, entre las que se encontraba “el recurso a los PEF , restringir o suspender el régimen de visitas al progenitor interferente, la mediación, la guardia y custodia compartida y otras”.
Figura 1. Medidas judiciales más adecuadas ante un caso de IP grave. Los valores sobre las barras representan el porcentaje de cada medida en el conjunto de las medidas analizadas

VII. 7. Relevancia de la evaluación pericial psicológica en casos de Interferencia Parental

En los casos de IP grave, el 95.8% de los profesionales consideró la evaluación pericial psicológica como muy necesaria o muy importante. En los casos de IP moderadas, el 74.6% valoró como muy importante dicha evaluación. En cambio, en el caso de IP leves, tan solo el 4.9% de los profesionales opinó que la evaluación psicológica era muy importante (v. Tabla 10A). Las diferencias entre los niveles de relevancia fueron significativas para cada nivel de gravedad de las IP (IP Graves: N=71; χ²=124.59; p=<.001. IP Moderadas: N=71; χ²=100.21; p=<.001. IP Leves: N=71; χ²=39.59; p=<.001).

VII. 8. Influencia de la pericial psicológica en las decisiones judiciales en casos de Interferencia Parental



Tabla 10.
Relevancia de la pericial según la gravedad de las Interferencias Parentales (IP) e influencia de la  pericial sobre la decisión judicial según la gravedad de las Interferencias Parentales (IP).

Relevancia de la evaluación pericial psicológica según la:

A)Propia gravedad de las IP[1]
B)Decisión judicial según la gravedad de las IP


Nivel de relevancia



Gravedad de las IP
IP
Graves
IP Moderadas
IP
Leves
IP
Graves
IP Moderadas
IP
Leves
Muy relevante
95.8
74.6
54.9
64.8
50.7
43.7
Bastante relevante
1.4
21.1
23.9
22.5
25.4
18.3
Medianamente relevante
2.8
1.4
16.9
12.7
21.1
22.5
Poco relevante
-
2.8
-
-
2.8
9.9
Nada relevante
-
-
4.2
-
-
5.6
NS/NC
-
-
-
-
-
-
Nota. IP: Interferencias Parentales; NS/NC: No sabe/ No contesta.

VIII. Limitaciones del estudio
La principal limitación del estudio dos la encontramos en la representatividad de la muestra, dado que como ya se ha explicado en el apartado Método, la encuesta se limitó a consultar a dos colectivos profesionales psicólogos/as y abogados/as, lo cual nos da una visión interesante aunque reducida de la problemática estudiada al dejar fuera del estudio a jueces/juezas y fiscales.
Por otra parte, la encuesta se elaboró ciñéndose a la información sensible y nuclear presente en las principales publicaciones científicas sobre la materia objeto de estudio, no obstante, no se puede descartar que cierta información igualmente sensible no haya quedado recogida en el instrumento diseñado a tal efecto.
En cuanto a la fiabilidad de las respuestas no podemos determinar el grado de influencia de aspectos de índole subjetivo, tales como la propia experiencia personal y profesional, la formación recibida o las propias percepciones sobre el fenómeno de las IP y de la AP.

IX. Conclusiones
El análisis de la información obtenida mediante la encuesta sobre IP a profesionales nos ha permitido esclarecer no solo la presencia de las mismas en la labor cotidiana de dichos profesionales, sino las características de los menores y sus familias, así como otros aspectos relevantes que pasamos a detallar. Un primer aspecto que quisimos desvelar, fue el nivel formativo de los profesionales encuestados en materia de interferencias parentales y la frecuencia de aparición del fenómeno, confirmándose que poseen una elevada formación en esta materia, y que, al mismo tiempo, las IP son un fenómeno habitual en su actividad profesional diaria. Por tanto las IP se muestran como un fenómeno ampliamente conocido y a la vez habitual en los procedimientos contenciosos sobre guardia y custodia de los hijos. Estos resultados convergen con los encontrados en el estudio uno, en el cual se pudo constatar que las IP son las conductas más usualmente esgrimidas en progenitores alienantes y, por tanto, más presentes en casos de AP acreditada, demostrando así la íntima relación entre ambos fenómenos (IP y AP) y ratificando los resultados obtenidos por anteriores estudios (Cartié et al., 2005).
 También pretendimos conocer los principales trastornos presentes en menores, inmersos en procedimientos judiciales por la guarda y custodia. Así el “conflicto de lealtades”, se reveló como el trastorno más observado en menores inmersos en procedimientos contenciosos por la guarda y custodia, seguido de la “adultización” y de la “parentificación”. Otros trastornos relacionales observados fueron el “rechazo al contacto” y la “ilusión de reconciliación”, mientras que la “alienación parental” fue el menos constatado. Por tanto, la AP -al igual que en el estudio uno- se reveló como el trastorno menos frecuente en menores inmersos en procedimientos judiciales por la guarda y custodia, confirmándose la baja incidencia del mismo.
En cuanto a las principales expresiones conductuales y afectivas presentes en los menores expuestos a IP, comprobamos que “sentirse responsables sobre el bienestar emocional del progenitor querido o aceptado” fue la manifestación más observada coincidiendo con el concepto de “parentificación”, seguida del “apoyo activo al progenitor alienante o preferido”. El “comportamiento y discurso adulto”, seguido del “rechazo a un progenitor por obligación a tomar partido”, fueron la tercera y cuarta característica más habitual. Por su parte, las conductas y estrategias a través de las cuales se ejercen las IP, constituyeron otro de los objetivos planteados en el estudio. Así, “hablar mal al hijo del otro progenitor”, “no informar al otro progenitor de las actividades del menor” y “dejar a los hijos con terceras personas aun cuando el otro progenitor está libre” son las formas más usuales que tienen los progenitores de ejercer las IP.
Respecto a las características de las familias implicadas en dinámicas de IP, es importante subrayar que el período de edad de mayor vulnerabilidad en los menores -en opinión de los encuestados-, es el comprendido entre los 6 y los 11 años datos que se acercan a los hallados en diferentes estudios (Bolaños, 2000; Wallerstein y Blakeslee, 1989; Waldron y Joanis, 1996) en materia de AP, mientras que el nivel sociocultural de las familias a la hora de la aparición de las IP carecería de relevancia dándose por igual en cualquiera de ellos.
Dada la diversidad de interpretaciones encontradas a lo largo de la revisión teórica en cuanto al origen de la AP, entendimos necesario conocer la opinión de los profesionales respecto a este tema. Para la mayor parte de ellos, la AP es una problemática de origen familiar resultado de la contribución de todos sus miembros, siendo la segunda opción más senyalada aquella que identifica al progenitor alienante como principal responsable de la AP. Estos resultados indican que, en general, los profesionales que ejercen su labor en el ámbito del derecho de familia comparten la idea de que la AP es un fenómeno sistémico, en el que todos los miembros de la familia desempeñan una función, aportando y contribuyendo tanto en su origen como en su mantenimiento. Este planteamiento coincide con las contribuciones teóricas más recientes sobre la AP (Waldron y Joanis, 1996; Darnall, 1998; King, 2002; Levy y Sauber, 2012; Turkat, 2002), siendo, no obstante, la contribución del progenitor alienante mucho más relevante en el desarrollo de la alienación (Kelly y Johnston, 2001; Stahl, 2003; Waldron y Joanis, 1996).
En cuanto a la relevancia de las IP en la toma de decisiones judiciales, en especial respecto a las medidas relativas a la guarda y custodia, se pudo comprobar que, para la mayor parte de los encuestados, la presencia de IP es un aspecto fundamental y por tanto determinante. De tal modo que, la evaluación pericial psicológica fue considerada muy relevante en los casos graves y moderados de IP -siendo el informe pericial determinante para el posterior establecimiento de medidas judiciales-, al tiempo que los encuestados informaron de la íntima relación entre el sistema judicial y el desarrollo y mantenimiento de las IP, especialmente en los casos de extrema judicialización del conflicto parental, algo ya recogido en anteriores estudios (Stahl, 2003).
Por último, y en opinión de los profesionales encuestados, dos medidas fueron señaladas como las más recomendables y eficaces en casos graves de IP, la primera fue la “terapia psicológica familiar” y la segunda “la retirada de la guarda y custodia al progenitor que interfiere entregandosela al otro”.
Por ello, se concluye que los profesionales que desempeñan su labor en el área del derecho de familia poseen un elevado conocimiento de las IP, siendo un fenómeno bastante frecuente en su actividad profesional cotidiana, de modo que las IP juegan un papel relevante en la toma de decisiones judiciales relativas a los intereses de los menores, y en especial a aquellas sobre la guarda y custodia de los mismos.

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Anexo. Encuesta a profesionales sobre Interferencias Parentales.encuesta definitiva Ismael

encuesta definitiva Ismael



encuesta definitiva Ismael



encuesta definitiva Ismael



encuesta definitiva Ismael



encuesta definitiva Ismael




[1] La clasificación de las IP en leve, moderada y grave fue una decisión tomada para este estudio y específicamente para la elaboración de la encuesta, extrapolando los tres niveles de gravedad de la AP.


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