PADRES Y MADRES TÓXIC@S




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"Nadie te va a querer como te quiero yo"
Las relaciones entre padres e hijos son de naturaleza asimétrica por tanto no parten de una posición de igualdad. El primero es un adulto, el segundo un menor con todo lo que esta diferencia significa. Estos roles implican por tanto derechos y deberes claramente definidos para cada uno.
El principio fundamental que rige toda relación parento-filial es la  obligación de los padres de velar por el mayor bienestar de sus hijos ("favor filli"), lo cual no descarta errores en el ejercicio de las funciones de cuidado y de educación.
Los padres y madres tóxic@ parten de una mala interpretación de estos derechos y deberes y, por tanto, llevan a cabo un equivocado ejercicio de sus tareas. Así un padre/madre tóxico antepone sus propias necesidades a la de sus hijos. Pero ¿Qué es un padre/madre tóxic@?. Un tóxico es todo agente exterior que como consecuencia de su interacción y de sus características perturba o envenena un organismo, alterando su funcionamiento y llegando incluso a  producir daños irreversibles en su constitución. Un padre/madre tóxic@ será aquel que, a causa de sus continuas acciones (actitudes y conductas), genera un grave daño en el menor alterando el normal desarrollo del mismo. Este comportamiento y actitud es intencionado, por tanto el adulto es consciente del sufrimiento que genera en el niño y a pesar de ello persiste en seguir ejerciéndolo, existiendo por tanto “dolo” desde un punto de vista legal.
Son varias las aproximaciones teóricas que tratan de ofrecer una explicación coherente a estas conductas y a sus motivaciones. No obstante en este artículo nos limitaremos a describir los rasgos y comportamientos de los padres  y madres tóxic@s.
"tendrías que estar agradeciéndome todo lo que he hecho por tí"

Características:
1.- La manipulación emocional.
Ante todo el progenitor tóxico es un manipulador. Así unas veces tratará al hijo como a un adulto exigiéndole responsabilidades por encima de sus posibilidades, mientras que en otras ocasiones lo tratará como a un niño indefenso y desvalido e incapaz de valerse por sí mismo. Despreciará y desvalorizará sus opiniones por el mero hecho de ser niño, transmitiéndole la idea de inferioridad e incapacidad y la necesidad de protección a causa de un supuesto desconocimiento de “una realidad que solo él/ella conoce”. El niño desarrollará progresivamente una imagen desfavorable de sí mismo basada en las creencias de invalidez, incapacidad, dependencia, inseguridad, miedo, culpa, indefensión y vulnerabilidad que se convertirán en el germen de sus futuros trastornos emocionales, de conducta y de personalidad. El criterio por el cual el padre/madre tóxic@ elige una u otra postura (adultización/infantilización) dependerá única y exclusivamente del provecho y conveniencia del progenitor (p.e. si el niño está en contra de lo que opina el progenitor tóxico y trata de exponer sus argumentos le dirá: “tú calla y obedece que para eso eres un niño”, si por el contrario el progenitor tiene pendiente alguna tarea y no le apetece o no puede hacerla se la encargará al niño diciéndole: “anda ponte a cortar el césped que ya tienes siete años y a tu edad muchos niños ya están trabajando en otros países”).

 2.- El chantaje emocional.
EL progenitor tóxico se mostrará a su antojo como víctima usando el chantaje emocional (p.e., “vete con tus amigos, no te preocupes, ya me quedo yo sola en casa…con lo mal que me encuentro, con lo que yo he cuidado de ti siempre y lo que he hecho por ti…que me he desvivido”), provocando la culpa en hijos adolescentes e interfiriendo en sus estados emocionales. También usará los enfados para conseguir trastornar al menor tratando de que este modifique su conducta hacia él (p.e. dejar de hablarle, silencios que se prolongan a pesar de la insistencia del niño para que le hable provocando llanto, desconsuelo y desesperación y llegando incluso a que el menor pida perdón desconsoladamente sin que en realidad haya motivos para ello).
El mecanismo perverso que daña al niño es el siguiente: “el padre/madre tóxic@ hace creer al niño que es malo o que no vale. El niño que quiere a su padre/madre siente rabia y confusión (ambivalencia) y se enfrenta a la figura sagrada del padre/madre. Lo que genera un profundo sentimiento de culpabilidad en el hijo”.

3.- Lenguaje tóxico del tipo “mensaje doble-vinculate”
Esta es la característica del progenitor tóxic@ que más daño genera en el niño a medio y largo plazo relacionándose con numerosos trastornos emocionales y psicológicos, a la vez que se considera como el principal generador de daño moral y sufrimiento emocional en el niño y el adolescente. Se puede ejercer de diferentes formas, veamos unas cuantas:

- Decir algo verbalmente y mostrar lo contrario actitudinalmente (gestual, emocional y físicamente) (p.e. “sí, claro…lo has hecho muy bien- mientras da a entender lo contrario con risa y gestos de burla-), es lo que se conoce como mensaje doble vinculante. 
- Conducta inconsistente o arbitraria. Se manda al niño mensajes contradictorios, esta vez dando respuestas contrarias ante las mismas conductas del hijo.  (p.e. un día se le cae un vaso al niño y el progenitor se muestra comprensivo “no pasa nada ha sido un accidente”, otro estalla, grita e insulta “eres un torpe, siempre igual” aterrorizando a niño con gritos y gestos agresivos). En el caso de los hijos jóvenes (p.e., unas veces se muestra magnánimo y le deja el coche, otras se lo niega sin ofrecer un argumento sólido). Este tipo de decisiones las basa en sus propios estados emocionales, decisiones arbitrarias que generan en el hijo confusión, disonancia cognitiva y ambivalencia emocional, dando lugar a emociones intensas de rabia, ira y agresividad contenida y consolidando una forma de relación del tipo “amor-odio” que más tarde extenderá a sus relaciones afectivas y de pareja (inseguridad, desconfianza, agresividad). Por tanto, el menor no sabe a qué normas atenerse puesto que carece de normas claras a cerca de lo que es correcto e incorrrecto, confundiendo lo que está bien y lo que está mal. 

4.- Otras formas de actuar del padre/madre tóxic@.

- Uso de la generalización. El progenitor tóxico no reconoce la individualidad ni el momento concreto. Aprovechará cualquier situación para inculcar al hijo creencias irracionales y negativas a cerca de sí mismo y de su capacidad. Para ello tiende a generalizar usando expresiones del tipo “siempre…, nunca….todo….nada….”).
Pluralizar. Cuando son varios hermanos el progenitor tóxico no discrimina ni personaliza, de modo que la acción de uno es la de todos. 
- Intento constante de dominación mediante la sumisión del hijo. El padre/madre tóxico teme la independencia del hijo e incluso envidia su futuro, no soporta que se convierta en un ser maduro e incluso puede llegar a percibirlo como un rival dada su naturaleza narcisista. Es incapaz de relacionarse con sus hijos como seres adultos e independientes. Para ello tratará de someter a su hijo mediante la burla, la ridiculización, el chantaje, la victimización, la culpa o la agresividad. A la vez proyectará la creencia de su omnipotencia y sabiduría frente a la torpeza e inmadurez del hijo con la intención de castrar, limitar e impedir el desarrollo del mismo (p.e. “tu no hagas caso a tu madre y ya verás…, vas a acabar mal”, “haz caso a tus amigos y no a tu madre y veras lo mal que te va”, “no vas a aprender nunca”). 
- Además en ocasiones se da el caso de que el progenitor se avergüenze de su hijo ocultándolo socialmente o restringiendo al máximo las actividades conjuntas. 
- Tratará de inculcar a sus hij@s la idea de que la gente es mala  y lo que quieren es aprovecharse de él (p.e., “te van a engañar”, “no ves que la gente es mala y se quiere aprovechar de ti”). 
- Percibe a  amigos y en especial parejas de sus hij@s como enemigos y amenazas. Sabe que denigrándoles e insultándoles daña a su hijo emocionalmente (p.e. “esa chica con la que vas tiene pinta de guarra”, ese chico con el que sales parece un drogadicto”). Puede criticar el aspecto físico o las maneras y formas de ser o relacionarse de la persona objeto de su desprecio (p.e., ese chico es un hortera) o meterse con la familia de este aunque no la conozca. 
- Acosar al hijo con comentarios acerca de lo mal que lo hace todo.
- Amenazas veladas (p.e., “tu veras…., tú sabrás…, ya veremos que pasa…, yo de ti no lo haría…."). 
- Amenazas explicitas. (pe.e., "si te marchas no vuelvas”.)
Visión distorsionada de la realidad: Uso de sesgos cognitivos.
o   Sesgo retrospectivo o sesgo a posteriori: es la inclinación a ver los eventos pretéritos como predecibles.
o   Sesgo de correspondencia denominado también error de atribución: es la tendencia de hacer excesivo énfasis en los comportamientos o experiencias personales de otras personas.
o   Sesgo de confirmación: es la tendencia a interpretar información que confirma preconcepciones.
o   Sesgo de autoservicio: es la tendencia a reclamar más responsabilidad para los éxitos que para los fallos. Se muestra también cuando la gente tiende a interpretar como beneficiosa para sus propósitos información ambigua.
o  Sesgo de falso consenso: es la tendencia experimentalmente corroborada de creer que las propias opiniones, creencias, valores y hábitos están más extendidos entre el resto de la población de lo que realmente lo están.
o   Sesgo de memoria: tipo de sesgo cognitivo que puede alterar el contenido de lo que hemos recordado y hacernos notificar a los demás hechos que son erróneos.
-    Incapacidad de reconocer los errores.
-  Insultos
Hacer que el hijo se sienta responsable del bienestar emocional de su padre/madre. Parentificación.
-  Manipular los hechos. Negar acontecimientos. Tergiversar la realidad pasada. Hacer falsas acusaciones.
- Falta de empatía. Ridiculizar la expresión de emociones. (p.e. “pareces una niña siempre llorando”). Criticar  abiertamente ideas y creencias del hijo. Criticar sus decisiones y formas de pensar. Burlarse. Crueldad.
- Creerse en posesión de la verdad absoluta y de unos derechos emanados de su autoridad paterna/materna mientras que niega cualquier derecho al hijo y solo le exige obligaciones.
-   Otras conductas del progenitor tóxico:
o   Gritos.
o   Castigos sin motivo
o   Compararlo con el padre, (p.e, eres igual que tu padre, nunca llegaras a nada), hermanos, amigos siempre desvalorizando o resaltando cualidades negativas.
o   Críticas injustificadas.
o   No escuchar
o   Etiquetar al hijo. Unos de adjetivos calificativos. (p.e. eres un…)

Nota. es frecuente que este tipo de familias en sus reuniones familiares al no ser capaces de respetar al otro, escuchar y mantener una conversación normal formen un frente común y desplacen la hostilidad latente hacia terceras personas no presentes o incluso lleguen a insultar, decalificar y criticar a personas que aparecen en la televisión. Esta conducta cumple con la finalidad de evitar las agresiones entre sus miembros.

Doctor en Psicología Jurídica (UV). Tesis Doctoral en Psicología Jurídica (UV). Licenciado en Psicología (UV). Psicólogo-Psicoterapeuta y Perito Judicial. Máster en Psicología Clínica y Salud (UV). Máter en Psicología Organizacional y RR.HH (COP-CV). Diploma de Estudios Avanzados (DEA-UV) y Suficiencia Investigadora (UV) con la Tesina "Psicopatía Infantil y Juvenil".  Experto Docente (CAP-UV). Psicólogo General Sanitario (GV). Perito Judicial y Forense. Miembro del Turno Oficial de Peritos Forenses del Iltre. Colegio Oficial de Psicólogos de la CV (COP-CV). Coordinador y Fundador de los Grupos de Psicología Jurídica  y Forense "psicolegalyforense". grupopsico@cop.es 696102043.




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