SUBTIPOS DE AGRESORES



SUBTIPOS DE AGRESORES (Holtzworth-Munroe y Stuart, 1994, en Loinaz, 2010)

SUBTIPO
VALORES EN LA DIMENSIÓN DESCRIPTIVA
Violentos solo en la familia (FO)
Baja severidad y generalidad de la violencia, baja implicación criminal, baja depresión y abuso de sustancias, niveles moderados de ira.
Disfóricos/Borderline (DB)
Violencia más severa que FO, moderados-altos niveles de violencia conyugal, violencia extra-familiar e implicación criminal bajas o moderadas e implicación criminal bajas o moderadas. Presenta trastorno de personalidad borderline o esquizoide, niveles moderados de abuso de sustancias y altos niveles de depresión e ira.
Violentos en general/antisociales GVA)
Niveles moderados-altos de violencia, altos niveles de violencia extra-familiar, implicación criminal y características de personalidad antisocial, con altos niveles de abuso de sustancias, niveles moderados de ira y bajos de depresión.
 
CLASIFICACIÓN DE DUTTON (Dutton, 1998, en Loinaz 2010)

TIPO
CARACTERÍSTICAS
Sujetos instrumentales
Utilizan la violencia para obtener beneficios concretos y de forma más severa. Estilos de personalidad antisocial, narcisista o agresiva/sádica.
Sujetos impulsivos
Personalidad abusiva(apego temeroso, organización bordeline, ira crónica, síntomas traumáticos). Responden de forma violenta para liberar tensión acumulada.
Sujetos hipercontrolados
Niegan su ira. Experimentan frustración crónica y resentimiento hasta que explotan.
Sujetos subcontrolados
Actúan de forma violenta con frecuencia.
 
SUBTIPOS DE AGRESORES DE PAREJA (Loinaz, 2010)
 

SUBTIPO
CARACTERÍSTICAS
Agresores limitados a la pareja, normalizados, hipercontrolados (Tipo 1)
Entre el 12 y el 50% de los agresores. Los que menos problemas psicológicos presentan. Los que se muestran violentos con menor frecuencia. Violencia imitada a la pareja. Sin conducta antisocial previa. Tratan de controlar su ira hasta que explotan. Sujetos de bajo riesgo. Dos tipos: a) los pasivo-dependientes: suelen sacrificar sus derechos y acumulan tensión hasta que explotan de forma desmesurada, y b) los compulsivos: se adaptan mediante la obediencia a normas y disciplinas propias. Son rígidos, inexpresivos y predecibles. El agresor compulsivo interpreta los comportamientos de su pareja como violaciones de las reglas hecho que le genera ira y ansiedad.
Agresores límites, disfóricos o patológicos (Tipo 2)
15% al 30% de los agresores. Son agresores con más problemas psicológicos. Emocionalmente inestables, altos niveles de depresión y ansiedad. Altos niveles de celos y dependencia. Centran su ira en la pareja. Estilo de apego temeroso/preocupado, oscilando rápidamente del amor al odio. Son los que mayor abuso emocional presentan. Su estilo de apego, su ira crónica y los síntomas traumáticos son características de la personalidad abusiva. Agresores de riesgo medio/alto. Son vistos como impredecibles y las parejas los describen como personalidades tipo “Dr. Jeckyll y Mr. Hyde”.
Agresores violentos en general /antisociales (Tipo 3)
Entre el 16% y el 47% de los agresores. Comportamiento violento generalizado que va más allá de la agresión a la pareja. Conducta antisocial, antecedentes policiales o penales. Violencia instrumental, busca objetivos concretos y tiene actitudes favorables a la violencia, baja empatía y apego rechazante. Ven a los demás, incluída su pareja, como objetos a su servicio. Son los que mayor prevalencia de violencia sexual y psicológica presentan. Rasgos de personalidad narcisista y antisocial. Mayor prevalencia de abusos en la infancia y menores nivlees de ansiedad e ira. Puntuaciones superiores en actitudes machistas. Son considerados agresores de alto riesgo.
 



Los agresores normalizados pueden beneficiarse de  tratamientos centrados en la gestión y expresión adecuada de su ira, así como en la modificación de  posibles distorsiones cognitivas. Por sus características son los que menor intensidad y extensión de tratamiento requieren y los únicos que pueden beneficiarse de programas de corta duración (por ejemplo 15 sesiones). Se debería prestar atención a otras posibles problemáticas asociadas como la depresión, la ansiedad o la dependencia emocional. Los sujetos antisociales requieren tratamientos cognitivo-conductuales más directivos, centrados en cambiar las contingencias de su conducta violenta; se trataría de disminuir su violencia y conducta antisocial mostrándole las consecuencias negativas de su comportamiento para sí mismo o los que le rodean. Serán necesarias un número mayor de sesiones para abordar las distintas problemáticas asociadas. Con estos últimos, tomará especial relevancia la evaluación y tratamiento de problemas relacionados con el consumo de sustancias. Pese a ello, el consumo de sustancias desempeña un papel relevante en la violencia contra la pareja, por eso, su evaluación debería ser una práctica que se extendiese a la totalidad de los casos.

 

Loinaz C., Ismael, 2010. Estudio de las tipologías de los agresores de pareja en los centros penitenciarios. Centre D´Estudis Jurídics i Formació Especialitzada. Generalitat de Catalunya. Departament de Justícia.






Fdo. Ignacio González Sarrió.
Doctor en Psicología Jurídica. Perito Judicial y forense.
grupopsico@coop.es
  



 

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