LOS PROCESOS DE CAMBIO EN CONDUCTAS ADICTIVAS

Prochaska y Prochaska (1993) definen los procesos de cambio como “una actividad iniciada o experimentada por un individuo que modifica el afecto, la conducta, las cogniciones o las relaciones interpersonales”. Estos procesos, que incluyen tanto actividades cognitivas como conductuales, ayudan a los sujetos a avanzar en el proceso de modificación de su hábito adictivo. Los procesos enunciados en el modelo son: 
 1. Aumento de concienciación. El paciente intensifica el análisis que realiza en torno a los problemas asociados a su conducta adictiva y los beneficios que obtendría si modifica esos hábitos. 
 2. Autorreevaluación. Consiste en una valoración afectiva y cognitiva de la conducta adictiva en torno a cómo afecta esa conducta a sus valores y manera de ser, así como también en lo relativo a los beneficios que se derivarían del abandono de la conducta adictiva. 
 3. Reevaluación ambiental. Consiste en una valoración del impacto que está teniendo el consumo de drogas en la gente que le rodea y en las relaciones interpersonales y cómo cambiarían si dejara de consumir drogas. 
 4. Alivio dramático. Hace referencia a la experimentación y expresión de las reacciones emocionales derivadas de la concienciación de las consecuencias negativas que se derivan del consumo de drogas. 
 5. Autoliberación. Representa un compromiso personal caracterizado por un aumento de la capacidad de elegir y tomar decisiones, desde la creencia de que uno mismo es un elemento esencial en el proceso de cambio. Implica también la creencia de que se pueden adquirir las habilidades necesarias para cambiar. 
 6. Liberación social. La capacidad de toma decisiones aumenta también por la toma de conciencia de la representación social de la conducta adictiva y de la voluntad social de combatirla. 
7. Manejo de contingencias. Es una estrategia conductual que consiste en hacer aumentar o disminuir la probabilidad de ocurrencia de una conducta a través del refuerzo o del auto-refuerzo. 
 8. Relaciones de ayuda. Consiste en la utilización del apoyo social con el que cuenta la persona para superar su adicción. El paciente confía en alguna persona del entorno para abordar su problema. 
 9. Contracondicionamiento. Consiste en la modificación de las respuestas condicionadas al consumo de drogas de tipo conductual, cognitivo y fisiológico. Lleva consigo la emisión de conductas alternativas al consumo de drogas. 
 10. Control de estímulos. Se caracteriza porque la persona evita la exposición a situaciones de alto riesgo para el consumo.

 Ignacio González Sarrió. Doctor en Psicología Jurídica. Perito judicial y forense. Miembro del Turno de Peritos Forenses del Ilustre Colegio Oficial de Psicólogos. Coordinador Grupos de Trabajo en Psicología Jurídica. http://psicolegalyforense.blogspot.com NºCol.cv06179. 696102043 Valencia.

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