TIPOLOGÍA DE MENORES EN LOS CONFLICTOS PARENTALES POR CUSTODIA.
Más que el divorcio en sí, el lugar
que el niño ocupa
en el conflicto de sus padres es el determinante de su evolución psicológica.
1. Niño
hipermaduro: algunos niños aparentan una madurez superior a la que les
corresponde por su edad.
2. Niño
espía: se debe a la curiosidad mal controlada que lleva a hacer preguntas a los
niños para conocer qué hacen y qué
lugares visitan durante su estancia de fin de
semana, a qué personas nuevas han conocido y si papá o
mamá tienen novio/a.
3. Niño
dividido: después de la separación son muchos los padres que sienten
necesidad de negar la existencia del otro. En un intento de borrarlo, no se le nombra, se
ignoran acontecimientos relevantes vividos por el hijo
durante su estancia con él/ella y las
preguntas no existen. Aquello de lo que no se habla se
convierte en tabú para el niño, y éste
aprende que no se debe hablar de nada relacionado
con su padre/madre.
4. Niño
mensajero: cuando un progenitor piensa que el otro debiera colaborar
más, y para mandarle mensajes, descargar su rabia y
agresividad, se utiliza a los hijos,
dejándoles en una posición de mensajeros.
5. Niño
colchón: este término se utiliza para describir al niño que amortigua el
conflicto entre sus padres. El niño soporta
descalificaciones y desvalorizaciones de un
progenitor contra el otro, no los delata, a pesar de
ser consciente de la realidad que vive y utiliza la
excusa para justificar comportamientos y actitudes
parentales.
6. Niño
confidente: hay progenitores que comentan su insatisfacción y malestar en
la pareja e incluso el deseo de separarse. El
niño no está preparado para asimilar este tipo
de información: se le hace depositario de
confidencias, a veces de infidelidades, e incluso
de detalles de vivencias íntimas.
7. Niño
víctima del sacrificio de su madre/padre: no hay nada más terrible para un
niño que le digan “lo
he sacrificado todo por ti”, lo que puede hacer que el niño crezca
sintiéndose una carga y pensando que sus padres
se lamentan de su existencia por el tono de
reproche que capta en su palabras.
8. Niño
ante un conflicto de lealtad: el niño quiere a su padre y a su madre, depende
emocionalmente de ellos, pero hay situaciones en
las que al niño le resulta imposible
agradar a dos personas con intereses contrapuestos.
Surge entonces el conflicto, quiere ser
leal a los dos, no quiere defraudar a ninguno,
piensa que cualquier opinión, actitud o comportamiento
que no sea del agrado de su padre o
de su madre será interpretado como una
deslealtad.
9. Hijo
alienado por un progenitor: la negativa de un niño a relacionarse con uno de
sus progenitores ya es de por sí un problema que
requiere de intervención psicológica. Bajo el SAP (Síndrome de Alienación Parental)
se pretende romper la relación de los hijos
con un progenitor de manera que le rechacen y no
quieran tener ningún tipo de contacto con
ellos. Lo habitual de un niño alienado es
que manifieste obsesivamente su odio hacia uno
de los progenitores, hablará de él con desprecio y
vocabulario soez, le insultará sin que se
revelen signos de culpa o embarazo por esta
conducta y el niño ofrecerá razones triviales
para justificar este odio y rechazo. Los menores inmersos en una
ruptura familiar no están preparados psicológicamente
para dicho acontecimiento, aunque hayan presenciado
discusiones fuertes entre sus padres. El hijo
de una pareja con conflictos tiene miedo a las
peleas de sus padres y no le preparan para el desenlace,
habiendo numerosos estudios que señalan que el
conflicto de los padres puede provocar la
aparición de desarreglos psicológicos en los hijos.
En cuanto a los síntomas
cabe
señalar que en los meses que siguen al divorcio, la
mayoría de los niños experimenta problemas,
especialmente externos (conducta antisocial, agresiva,
desobediencia, falta de autorregulación, baja responsabilidad
y logro) y en menor medida ansiedad,
depresión y problemas en las relaciones sociales
(dificultades con padres, hermanos, iguales y profesores).
Por lo tanto, podríamos decir que los efectos de la
ruptura en los hijos se van a observar en su salud
física y emocional, en el ámbito académico y en el ámbito social.
fdo. Ignacio González Sarrió.
Psicólogo. perito forense.
696102043.
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