a. Temperamento “fácil”: aproximadamente un 40% de los niños de la muestra investigada. Se caracterizaban por ser tranquilos, con un estado de ánimo general positivo, abiertos y adaptables con facilidad a experiencias novedosas. Sus hábitos se caracterizaban por ser regulares y predecibles. b. Temperamento “difícil”: aproximadamente un 10% de los componentes de la muestra. Estos niños eran más activos irritables y de hábitos irregulares. Eran muy reactivos a los cambios de rutina y lentos en la adaptación a situaciones o personas nuevas. c. Temperamento “lento en reaccionar”: aproximadamente un 15% de la muestra. Eran niños bastante poco activos, con presencia de emociones negativas y más lentos a la hora de adaptarse a personas o situaciones nuevas. No eran tan reactivos a la hora de responder a los cambios pese a que tuvieran emociones negativas. El estilo de temperamento del niño y los patrones de crianza de los padres determinarían los posibles cambios en e