DIVORCIOS CONTENCIOSOS: REPERCUSIONES EN LOS HIJOS
Según los especialistas, en el mejor de los casos, involucrar a los menores en el conflicto existente entre los progenitores puede provocarles estrés emocional, disminución del rendimiento escolar, alteraciones psicológicas que a menudo somatizan (causándoles dolor de cabeza, depresión, trastornos gastrointestinales, tics nerviosos, conductas regresivas, etc). Pero , a largo plazo, y en los caso de conflictos más graves, estos hechos repercuten negativamente en el equilibrio emocional de los niños, y pueden provocarles el desarrollo de patologías psicológicas o psiquiátricas. Negar esta realidad, supondría desconocer el interés superior del menor ante los conflictos parentales. El problema no es cuando no es que los padres, responsablemente decidan poner fin a su vida en común, sino cuando se hacen partícipes a los hijos de los conflictos generados por la separación: se ven inmersos en problemas de adultos, tomando parte en el conflicto, reproduciendo las disputas de los mayores